En estos momentos la República Dominicana se coloca solo por encima de Guatemala en América Latina en relación a la presión tributaria con un 13%. Esto es algo que anuncia de manera inevitable una Reforma Fiscal, para poder establecer un equilibrio que permita la sanidad de nuestras finanzas.
Pero cuando vemos el acccionar de las actuales autoridades, nos llevan a la conclusión de que no tienen la más mínima idea de la gravedad fiscal por la que estamos transitando. Un aumento de 48% a un 72% de la deuda, con un aumento de gastos sin reflejarse ninguna inversión social, lo que nos lleva a preguntarnos: Hacia dónde está circulando todo ese dinero que se acerca a los 12mil millones de dólares?.
Con una presión tributaria tan baja como pretende el actual gobierno enfrentar la actual realidad; unido esto a un aumento de los productos básicos, un aumento de lo combustibles, un aumento de los medicamentos, un aumento de los materiales construcción, con un aumento del desempleo y una disminución de las ayudas sociales.
Para cualquier persona con cierta racionalidad no sería de mucho análisis entender que solo un consenso social, político, empresarial y de toda la sociedad es la solución. Pero en vez de optar por el diálogo y el consenso, el gobierno asume la persecución, el golpeo político, el caos, la distribución de publicidad para silenciar la opinión pública y el circo mediático.
Esto por el momento podrá darle algunos resultados, porque el morbo del dominicano tiene un alto nivel del síndrome del inmediatismo, de gozar el instante aunque después la realidad les de en la madre. Que es lo mismo que regar espinas, aunque luego tengamos que regresar por el mismo camino descalzos.
El País está en cuidados intensivos, por lo que el tratamiento debe de ser muy bien dirigido, aplicando los medicamentos apropiados para que no se complique. Esto es una responsabilidad de todos, pero más de quienes dirigen los destinos de la Nación, que si no lo entienden serán los responsables de consecuencias que bien manejadas podrían ser evitadas.
Por la crisis económica y la pandemia necesitamos una pausa para salir de las actuales dificultades, eso solo es posible con un consenso nacional de todas las fuerzas políticas sociales y económicas. De lo contrario ocurrirá como respuesta lo que decía el camarada Mao, “que la mejor manera de defenderse es atacando”, por lo que de continuar esa actitud de agresion permanente se creará un ambiente, que de una manera u otra afectará a todos los dominicanos y dominicanas, lo cual no deseamos porque no aporta nada, sino que al contrario lo que resta y daña.
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