En una ocasión Franklin Almeyda estableció que el País estaba dividido entre peledeistas y corruptos, lo cual fue ampliamente criticado por todo la sociedad, ya que nada es absoluto, en todos los estractos sociales hay buenos y malos, corruptos y honestos. La vida no va en línea recta, es lineal, no es perfecta es imperfecta, es cambiante, en cada fracción de segundo se produce un cambio. Como decía el filósofo Heraclito, que nadie puede bañarse dos veces en la misma agua.
Nunca he creído en hacer separaciones, por eso no creo en la xenofobia, la hemofobia, en los misóginos, en los egòlatras, en los elitistas no en los resentidos sociales. Creo en quien es capaz de comprender que todos tenemos defectos, que todos cometemos errores, pero que la buena convivencia y el interés común están por encima de las pequeñeces.
En pueblos pequeños donde todos de una forma u otra están vinculados, ya sea por lazos familiares o de relaciones de amistad de sus ancestros, querer dividir sus habitantes en buenos y malos, simplemente es una actitud que dista mucho de la sanidad espiritual y religiosa. Es como creer que solo son dignos del reino de Dios lo que comulgan con mis pensamientos, pretensiones e ideales.
Como todo en la vida es circunstancial, coyuntural y pasajero, cuando por determinadas razones se nos coloca en una posición de “poder”, el deber es tratar de unir, no de dividir, es actuar para la colectividad sin discriminacion, poniendo en segundo plano el Ego, lo personal o grupal. Cuando las cosas se hacen sin esperar nada a cambio es que adquieren verdadero valor.
Nadie es bueno ni malo, simplemente es, la circunstancias Irán determinando lo demás, el tiempo se encargará de poner las cosas en su lugar. Las cosas positivas hay que apoyarlas sin importar quien las haga, así como las que no vayan en la dirección apropiada serán cuestionadas, no para dañar, sino para que tomen de nuevo el cauce correcto.
Hay que aprender a ser receptivo a cualquier diferencia, es un derecho ciudadano y constitucional expresar un punto de vista contrario al que podamos tener, eso es la democracia y lo que caracteriza a los democratas. Las intolerancia es propio de mentes con algún atisbo de egolatría, lo cual no ayuda a las causas, porque promueve un ambiente de confrontación y disminuye las diferencias normales a chismes de bajo nivel teórico.
Lo mejor es marchar unidos pero respetando las diferencias, para lograr objetivos comunes que beneficien la colectividad. Recordando que toda acción trae una reacción y que es mejor una gota de miel a un galón de hiel.
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